Como si lo cotidiano no fuese sino las esquirlas de una devastación inminente, los extraordinarios poemas de este libro, Peces plateados, la primera publicación de Rosalía Iturbe, derrumban todas nuestras certezas, ya que les bastará un levísimo cambio de escena: una letra S botada en la autopista, por ejemplo, o el simple ejercicio de limpiar unas lentes de contacto, para que emerja el contratiempo, la falla, la fisura. Límpidos hasta lo hiriente, perfectos y a la vez arrasadores, entendemos de golpe que estos poemas, y la voz de esta poeta única, perdurarán.
Raúl Zurita

Peces plateados es una colección de pequeñas revelaciones. Poemas resplandecientes donde cada palabra parece cuidadosamente seleccionada, cada imagen construida con las herramientas más finas. A la vez, el libro avanza sin control aparente de su itinerario, creando líneas superpuestas de sentidos, cruces peligrosos y desvíos. 
Lo personal es poético cuando lo íntimo se encuentra de manera única y sensible con el afuera. Es el caso de Rosalía Iturbe, su voz trae, por eso, noticias nuevas de la poesía. Rutas, autopistas, paisajes urbanos y suburbanos, jardines, cielos, edificios. Puntos ciegos que destellan en los detalles, pequeñas escenas donde la poeta parece señalarnos la presencia de la poesía en cualquier cosa a la que se atienda. Profundidad existencial y belleza al acecho en cualquier momento. 
Roberta Iannamico

Los peces plateados traen una secreta revelación. Una nueva voz en la poesía argentina que no intenta ni mandar ni seducir. Solo captar esos momentos gloriosos en que un poema se nos revela –como lector, como poeta– y nos cambia la percepción para siempre.
Fabián Casas