Elegí lo que quieras leer y te lo llevamos a tu casa

Qué palabras usamos para nombrar el amor? Guadalupe dice cerro, noche quieta, dice cueva, río, mandarinas, pogo, sudestada, dice lavanda fresca, promesa, dice verano. 

En cada poema algo se abre y se nos revela, un destello, un color, una pregunta, una mixtura. Y algo también permanece oculto, a resguardo. 

La naturaleza / insiste / en guardar su misterio escribe Guadalupe, que sabe que un poema es el intento de capturar algo que está ahí, que estuvo ahí, pero se escapa. Por eso se empeña, hurga en los recuerdos, en la memoria, en la experiencia vital, para encontrar allí sus materiales. 

Nada hay de ese amor / si no lo nombro. Escribe para que algo de lo que fue, de lo que es, pueda permanecer. Confía en el poder de las palabras. Me resisto/ escribiré. Es una declaración de principios y, sobre todo, un modo de estar en el mundo, el modo de la poeta que mira y busca, que da cuenta: persigo / un rayo de luz / ese / que abre un tajo / en la pared / a la una de la tarde / y rápido / se deshace en sombra. 

En este libro caleidoscopio, los poemas son portales a los que nos asomamos para ver de qué está hecho eso que todos buscamos. El amor es escribirle al amigo que se va, es una madre ensayando respuestas, es una tarde en el cine, la letra manuscrita de una carta, ser recién llegada en una ciudad nueva. Es pulso vital, boca y abismo, es herida y carcajada, canción, sexo y devenir. El amor también es errancia, geografía, paisaje, el eco / del viento entre las hojas / la frescura de la alameda.

 

Jazmín Hollmann

 

ISBN 978-631-6618-15-3

122 páginas

Tapa blanda con solapas

13x 21 cm

Del amor sus variaciones - Guadalupe Pérez Recalde

$16.000,00
Del amor sus variaciones - Guadalupe Pérez Recalde $16.000,00
Entregas para el CP:

Medios de envío

Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Qué palabras usamos para nombrar el amor? Guadalupe dice cerro, noche quieta, dice cueva, río, mandarinas, pogo, sudestada, dice lavanda fresca, promesa, dice verano. 

En cada poema algo se abre y se nos revela, un destello, un color, una pregunta, una mixtura. Y algo también permanece oculto, a resguardo. 

La naturaleza / insiste / en guardar su misterio escribe Guadalupe, que sabe que un poema es el intento de capturar algo que está ahí, que estuvo ahí, pero se escapa. Por eso se empeña, hurga en los recuerdos, en la memoria, en la experiencia vital, para encontrar allí sus materiales. 

Nada hay de ese amor / si no lo nombro. Escribe para que algo de lo que fue, de lo que es, pueda permanecer. Confía en el poder de las palabras. Me resisto/ escribiré. Es una declaración de principios y, sobre todo, un modo de estar en el mundo, el modo de la poeta que mira y busca, que da cuenta: persigo / un rayo de luz / ese / que abre un tajo / en la pared / a la una de la tarde / y rápido / se deshace en sombra. 

En este libro caleidoscopio, los poemas son portales a los que nos asomamos para ver de qué está hecho eso que todos buscamos. El amor es escribirle al amigo que se va, es una madre ensayando respuestas, es una tarde en el cine, la letra manuscrita de una carta, ser recién llegada en una ciudad nueva. Es pulso vital, boca y abismo, es herida y carcajada, canción, sexo y devenir. El amor también es errancia, geografía, paisaje, el eco / del viento entre las hojas / la frescura de la alameda.

 

Jazmín Hollmann

 

ISBN 978-631-6618-15-3

122 páginas

Tapa blanda con solapas

13x 21 cm